Con este libro me pasó justo
lo contrario que con el anterior del blog, Saramago me encanta, pero este libro
no me gustó.
Es pequeñito y la edición
mini de Alfaguara me encantó. Me imaginé que me lo podía llevar de viaje y
cargar en la bolsa para leer en todos lados. Pero bueno, me lo llevé a Miami, a
Hawaii, hice mi tarea de cargarlo en la bolsa, al doctor, de compras, lo dejé
un rato en el baño jeje, para no hacer el cuento largo me costó meses poder
acabarlo.
¿Llegó un momento en que me
atrapó? Sí, aunque ya casi al final.
El libro trata de una
historia real, en que los reyes de Portugal, regalan un elefante proveniente de
la India, a su familiar el archiduque de Austria, y es el camino que recorre él
y su conarca (su cuidador) hacia su nuevo hogar.
En el camino descubres a los
personajes con mucho humor y anécdotas agradables, pero en general el tono es
demasiado descriptivo, podría decir: pastoso.
El final es muy bueno, te
enchina la piel.
Mi personaje favorito,
aparte claro de Salomón (el elefante) es el conarca, quien continuamente “reta”
los lineamientos de la realeza y de la iglesia.
*
Una estrella, solo se lleva
la verosimilitud, sus personajes son magníficos y como siempre, Saramago nos
muestra líneas de sabiduría de cuanto en cuanto.
No es fluido, simple, ni
original. Tampoco tiene un nudo contundente.
Recomendado a los que les
gusta saber de historia, y es realmente lo único que se me ocurre.