Si
acabas el libro con sollozos en mi catálogo ya es un ganador. Marie-Laure a
quien llegas a amar te sigue tocando el corazón, siempre inteligente, siempre
dulce, sobreviviendo a una tragedia tras otra, desde el inicio de la segunda
guerra mundial hasta el fin de la ocupación en Saint-Malo, ¿su historia
continúa? ¿qué pasa cuando se tocan las vidas de Werner y ella en hotel roído
por los bombardeos?
David
me preguntó por qué me gustan tanto las historias de la segunda guerra mundial,
el tema siempre me ha interesado, pero no me había dado cuenta de que mi gusto
empieza a rayar en obsesión, lo he leído desde muchas perspectivas, porque es
simplista dividir entre buenos y malos, entre ganadores y perdedores, es ilógico
pensar que una sola persona fue capaz de marcar a la humanidad ¿qué hacía para
convencer? ¿qué pasaba en Alemania para que todos los factores pudieran
resultar en la gran tragedia que todos conocemos? (Me leí en una postura distinta en la reseña
de http://loslibrosdesdemisojos.blogspot.com/2016/10/sobrevivir-para-contarlo-immaculee.html
pero
es lindo ver que cómo te cambian los años y los libros).
Al
principio mi obsesión era el holocausto, primero vi muchas películas, luego leí
muchos libros, tengo la oportunidad de convivir con personas judías que me han
platicado sus historias, he leído de ellos hasta el origen de la persecución,
tal vez con este afán de justicia que me domina y me hace voltear a ver en
repetidas ocasiones hacia ese suceso de la historia, pero en los últimos años
me ha gustado entender el otro lado de la historia, tal vez los motivos jamás
serán justificables, pero es interesante entender la circunstancia de un
huérfano alemán de un pequeño poblado minero que es seleccionado para ir a una
escuela militar en donde tiene la posibilidad de crecer y ser alguien, salir
del orfanato e irse a dónde el quiera, pero lo que más amo de esta historia es
que no es el mártir que muchas veces nos quieren mostrar para redimir la
excepción a la regla, sustentar que todos eran unos animales sedientos de
muerte y poder y solo uno que otro tenía buen corazón e hizo lo correcto. No; Werner
era un chico que “compró” la idea de crecer en la milicia nazi, que entendía
que haría sacrificios, que aún viendo la cantidad de destrucción y desolación
que dejaba a su paso, eso fue lo que le enseñaron y lo que tenía que hacer.
Al
final, como creo yo siempre en la vida, lo que ganó es lo que hay en el fondo
del corazón, el origen salió a flote, y con esto no digo que el origen de todos
sea sentimental y compasivo, sino que la infancia gana, lo que viviste en esos
años es un vínculo irrompible, que es más fuerte que tú y hace hacer cosas que
creías no podrías hacer.
Es un
libro romántico, que te enseña a ver los detalles que son innecesarios cuando
tienes vista, que te hace sentir el hueco del hambre durante una guerra, las
cosas impensables que harías para sobrevivir, los detalles triviales que te
hacen aferrarte a la vida o a la esperanza cuando todo alrededor de ti es solo
dolor.
***** 5
estrellas.
Es fluido,
es verosímil, es sencillo de leer, su nudo es contundente.
El tema no
es nada nuevo, pero siempre hay una perspectiva diferente y las que este libro
aborda son muy bien construidas, definitivamente interesante.
Es un
libro ganador de Pulitzer de ficción en 2015, es best seller y en verdad es
imperdible. Recomendado para todo público desde adolescentes, ya que la
perspectiva juvenil es muy interesante.