Un libro sorprendente,
sencillo y muy agradable.
La historia es sobre una
bibliotecaria que llega al particular pueblo de San Irineo, donde todo
transcurre apartado de la civilización. Inicialmente todo el peso va sobre la
educación, pero la historia se va moviendo hacia el matrimonio y la convivencia
de pareja.
La señorita Prim tiene
muchas interrogantes en su vida, y parece que no encuentra su lugar en el
mundo, pero cuando atiende a un extraño anuncio para ser bibliotecaria acude y
esto la cambia en lo absoluto. Le es difícil entender al pueblo, donde todos
son educados pero hirientemente directos, extremadamente cultos y anclados en
un pasado, parece que todos vienen huyendo de algo, y ponen toda su energía a la
educación de los niños. El jefe de Prudencia cuida a sus cuatro sobrinos
después de que murió su hermana, en todo momento se habla de su caballerosidad
y su habilidad para debatir, es misterioso y desesperante, no diré más para no
vender la historia.
Está salpicado de libros
antiguos y literatura universal, esa parte la disfruté mucho. También me hizo
reír y reflexionar, debo confesar que lo subrayé mucho. Otra cosa que me
encantó fue la referencia que hace al libro de Mujercitas, que para mí fue
esencial para ser la lectora que hoy soy.
Esta historia fue una excelente acompañante en mi viaje por
Perú, es ligero y la historia es maravillosa, me acompañó en dos aviones, un
tren, dos camiones y ahí se acabó, lo leí en 4 días.
Entre otras cosas me hizo
pensar mucho en la educación, en que yo estoy muy a favor de la educación
“tradicional/moderna” pero hay muchas perspectivas, y hay que abrir la mente a
ellas.
***** estrellas
Es fluido, original, muy
ligero y tiene un nudo contundente.
Es verosímil, aunque no se
profundiza mucho en los personajes.
Puede tomarse como un libro
para mujeres, me encantaría saber si lo ha leído algún hombre y cuál es su
opinión.