El título no suena muy
atractivo, y la portada aún menos, entonces ¿qué me llevó a leerlo? En primer
lugar lo recomendaron en una clase de creación literaria, y avalado por mi gran
maestra Beatriz Escalante, ya llevaba muchos puntos. Lo compré y lo tuve en
espera por más de un año. Después me enteré que es un clásico de la literatura
americana y que el autor del libro ganó un Pullitzer póstumo, ahí lo empecé a
leer.
Tiene todo lo necesario para
ser uno de mis libros favoritos, es sarcástico, tiene varios niveles, hace una
crítica ácida a la sociedad sin llegar a decir en ningún momento una frase
trillada o un ataque frontal, en fin, es de todo mi gusto.
El personaje principal es
Ignatius Reilly, un sociópata con sobrepeso que vive con su madre en Nueva
Orleans, y mantienen una relación co-dependiente. Se van sumando diferentes
personajes que de alguna manera abanderan una causa social: un policía acosado
por sus jefes con cuotas de detenidos, un negro que trabaja en un bar de
striptease por menos del salario mínimo, una bailarina con deseos de triunfar,
son cada vez más estrafalarios y sin sentido, pero a esas alturas tú ya estás
profundamente en esa realidad, sacas la carcajada de repente. Llega un momento
que todo converge y está el clímax de la tragicomedia.
Es un libro que cuestiona el
racismo, la locura, la sexualidad, la homofobia, la burguesía, el matrimonio
por conveniencia, la co-dependencia, el miedo a la soledad, ¿algo más? Y en mi
opinión a todo le da una cachetada con guante blanco de manera magistral.
Hay teorías que dicen que el
podría ser una cierta autobiografía, ya que el autor vivía con su madre. John Kennedy trató de que publicaran su libro en muchas ocasiones y fue rechazado, y después
de su suicidio su madre lo siguió intentando hasta conseguirlo. Me parece
difícil de creer que alguien tan talentoso se viera reflejado en este personaje
tan lleno de prejuicios y prepotencia, si es lo mismo que intenta debatir con
su obra. También me parece difícil de creer que este maravilloso libro fuera
rechazado por tantos editores. Lo que me pone a pensar en que aspecto debió de
mostrar y en la cantidad de piedras preciosas que no han sido compartidas con
el mundo.
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Es totalmente verosímil, te
manda a Nuevo Orleans y a la época de segregación racial que se vivía. Es un
mundo de locura donde todo es exagerado, pero sí, todo es verosímil.
Es original en muchos
sentidos. Tiene un nudo contundente.
Se lleva el punto de
comprensible, pero no es nada simple, tiene muchos niveles, pero desde el más
sencillo es muy entretenido.
Pierde el punto de la
fluidez porque tardé mucho en engancharme, tal vez aquí tiene todo sentido lo
de los editores, tal vez yo avancé porque ya sabía que tenía un Pullitzer en su
haber y que era un clásico americano, tal vez.
En esta ocasión no encuentro
un público específico para recomendar, solo les puedo decir que si se enganchan
y lo terminan, habrán degustado un manjar exótico y exquisito.