jueves, 27 de octubre de 2016

Sobrevivir para contarlo. Immaculée Ilibagiza (15.2016)

El libro trata sobre el holocausto en Ruanda y de cómo Immaculée Ilibagiza sobrevivió a este.

La primera vez que yo oí sobre este genocidio fue en el museo de memoria y tolerancia, ahí supe que habían masacrado al pueblo tutsi, jamás se me olvidará un palo de madera con clavos en un extremo que usaron para matar gente en la calle, fue realmente desgarrador; pero como todo genocidio no entendí las razones, como no las entiendo ahora.

El libro es muy fuerte, sorprende que sea tan reciente, y lastima pensar que la humanidad sea capaz de esto en conjunto. Me da miedo pensar lo débiles que somos ante grandes líderes, en este caso malignos, y me aterra más pensar en que últimamente la locura está ganando, cada vez hay más lideres con características “hitlerianas” por todo el mundo.

El libro comienza desde su niñez, la cual pinta maravillosa, Immaculée no sabía que ya su familia tenía una historia con la división entre Hutus y Tutsis; ella forma parte de los segundos, y durante su juventud es que se desata literalmente el infierno en Ruanda.
No les puedo decir que el libro es disfrutable porque es sufrimiento total, pero si es interesante.

Definitivamente no me gustó la carga religiosa que tiene, me parece que acabó siendo como el libro de la cabaña, si alguien lo leyó me entenderá. Me cuesta escribir esta parte, pero al ser yo tan racional no entiendo como alguien no puede sentir un ápice de desesperanza cuando han matado y destruido todo tu mundo.
Siento que la esencia de ser una historia bibliográfica se pierde y se vuelve totalmente religiosa. Hay partes donde a Dios se le da el poder de hacer invisible a la gente, no en una en muchas ocasiones, y me resultó cansado y forzado, tal vez así vivió ella su historia, pero literariamente sentí su implacable insistencia.

***
Tres estrellas.

Sí es fluído.
No me parece original, si bien el tema del holocausto de Ruanda lo es, no es así con el tema religioso, que finalmente me pareció el objetivo.
Literariamente sí es comprensible, aunque moralmente nos sea difícil entenderlo.
El nudo es difícil de detectar, ya que la parte álgida está desde el principio y dura casi todo el libro, pero démosle la estrella porque también es difícil mantener la tensión, aún sabiendo desde el principio que evidentemente sobrevivió.
Verosimilitud, a mi manera de verlo no la hay, como comenté me cuesta trabajo entender cómo una persona es capaz de no sentir odio y perdonar sin pestañear. Tal vez esto cambiaría si fuera dirigido a personas religiosas, pero no lo está.


martes, 4 de octubre de 2016

La dama de las camelias. Alejandro Dumas. (14.2016)


El libro trata sobre la muerte y enfermedad de una cortesana muy famosa de Paris, alrededor del año 1840. El autor nos dice que es un caso real, pero estamos hablando de una novela.



La historia está enmarcada por los prejuicios sociales que implican la vida en esos años. Se tenían muchos protocolos de comportamiento, en este caso de los de las cortesanas, no se estaba hablando solo de sexo, sino de ser su amante, y en el caso de Margarita, había varios que la celaban y la querían solo para ellos.



En lo literario me parece muy repetitiva y cansada, claro que estamos hablando de otra época, tal vez fue muy reveladora en sus tiempos, pero para el nuestro resulta monótono. El nivel de cortesía con el que se hacía cualquier cosa, aunado a que el autor es más que descriptivo, repetitivo, hace que siempre estés esperando que va a pasar algo más, pero el final está vendido desde un principio.



Podría comparar al protagonista con un adolescente enamorado y encaprichado. Actuando con el estómago y arrepintiéndose a cada momento, pero les quiero contar algo curioso al respecto de este tema.

Como sería natural en una meretriz, tiene varios amantes, y a cada uno le dice que es el único o el más importante. La historia gira sobre uno solo, Armando. Cuando él se sabe engañado al pedirle que se abstenga de visitarla cierta noche, la va a vigilar y se da cuenta de que sí recibió al conde; loco de ira quiere ir a reclamar a irrumpir en la casa. Lo piensa mejor y se va a su casa. Tarda mucho haciendo una carta explicándole que ya no la verá más, es más que se va de Paris porque no puede vivir así. Lo piensa mucho y la manda y pasa un par de horas desesperado esperando que llegue la contestación, no aguanta la presión y sale a caminar a campos elíseos pensando en que si la encuentra hará como si no le importa. Pasa todo su día vagando y va  a un teatro donde cree que estará, nada. Finalmente habla con su mucama/amiga quien le dice que sí recibió y leyó la carta, que efectivamente le dio pesar porque lo ama pero no hay nada que pueda hacer, siguió con su día normal y le desea buena suerte al irse de Paris.

Fueron varias hojas de este sufrir, yo pensaba todo el tiempo: pero qué tipo más imbécil; antes y ahora suena a pura tontería lo que está haciendo… obviamente a ella no le iba a importar su carta… pero que martirio de relato.

En mi realidad les platico que unos dos días después de leer eso volvió a faltar mí empleada  doméstica y ¿qué creen? Pasé por todas las fases del enamorado y necio de Armando. ¿Pero qué le pasa, es que no le importamos? No, ya no puedo más con esto… Le escribí un mensaje de whatsapp en el que me tardé unos 15 minutos en redactar aunque solo eran tres renglones, en los que básicamente le decía que ya no podía con esa situación. La siguiente hora la pasé pegada al teléfono y nada, ni siquiera lo había leído. Ya por la tarde me aparecieron las palomitas azules, pero nada. Al día siguiente mi estrés estaba a todo ¿pero qué voy a hacer sin ella? Me tiene que marcar….Nada. ¿Y si no vio el mensaje? ¿y si no lo entendió bien y llega mañana? Yo solo quería que se diera cuenta que está mal lo que hace y….

Así que heme igual que el estúpido de Armando, el amor necesitado y enfermo existe más cerca de lo que te imaginas.

*  Una estrella

No es fluido, no es original, no es simple, no tiene nudo contundente.

Le doy la estrella de la verosimilitud por la maravillosa anécdota con de Mago.



Nota aclaratoria, el autor: Alejandro Dumas es el hijo de su aclamado padre homónimo.

Nota 2: ¡¡Mago volvió a trabajar conmigo!!